Por mi se va a la raza condenada. Antes de mi no hubo nada exepto lo inmortal y yo duro eternamente

Por mi se va a la raza condenada. Antes de mi no hubo nada exepto lo inmortal y yo duro eternamente
¡Oh, vosotros los que entrais, abandonad toda esperanza!

viernes, 17 de mayo de 2013

¿Puede el idiota levantar la mano?



Mierda, se que dejamos claro que fue…

Un error, un impulso y ya

Pero como me encanta flagelarme recordando tu rostro, recordando como tenias tus piernas alrededor de la mía, la preocupación que parecías mostrar.

Me encanta lastimarme pensando que por mínimos instantes éramos tú y yo. ¿Por qué me hago tremendas idioteces? ¿Si sé a todas luces que no sientes lo mismo, por qué demonios sigo recordando?

No lo dejo pasar, recuerdo y recuerdo. Cada gesto, cada tono, cada beso…
Pero no es lo peor que he sentido, y no entiendo el por qué me afecta más de lo que debería.

Digo y repito como un rezo que acepto lo que ofreces ¿Pero lo digo para comunicarlo o para convencerme a mí mismo?

No sé por qué mi mente NO quiere entender, a pesar de que me repito constantemente tus validas razones. Quiero que esas alas sean cortadas, que toda esperanza muera. Y el muy idiota, no importa cuán obvia o clara sea la negativa, el idiota aún mantiene una estúpida esperanza.

¿Qué alimenta a esa malnacida? ¿Acaso es cierto que me gustan enfermizamente las causas perdidas?

No, solo soy un imbécil.

Y estas cosas, estas frases y palabras… no sé si te las digo a ti o me las grito a mí.

Bien, puto insight. ¿Ahora entiendes? Por esto no me gusta que alguien me atraiga, porque me vuelvo idiota, irracional, testarudo, necio. Odio que alguien tenga esa facultad sobre mí, y odio que no pueda dejar ir las cosas.

Este soy yo, el tipo que te dijo que te quiere, pero que admite que como le caga hacerlo en estas circunstancias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario