Por mi se va a la raza condenada. Antes de mi no hubo nada exepto lo inmortal y yo duro eternamente

Por mi se va a la raza condenada. Antes de mi no hubo nada exepto lo inmortal y yo duro eternamente
¡Oh, vosotros los que entrais, abandonad toda esperanza!

viernes, 22 de febrero de 2013

Mis pensamientos y sus extrañas alas

Es raro, soy un tipo desordenado y desorganizado (creo que se nota por mi falta de entradas) y, sin embargo, hoy me dieron ganas de arreglar mi habitación.

Todo era un desastre, ropa acumulada en mi cama, apenas dejandome espacio para dormir; basura que cubria toda la superficie de suelo, libros aquí y allá, mi mesita de noche sin un centimetro de espacio por todos los inutiles objetos que la poblaban. Un desmadre, pero no el peor en la historia de ese espacio.

Hoy extrañamente, sentí que no podía hacer nada, absolutamente nada, sino limpiaba. Sino ponía un orden a todo lo que me rodeaba, simplemente no haría nada ¿Cómo hacerlo cuando todo ese desorden me rodeaba, cómo ordenaria mi mente si nisiquiera podía ordenar un maldito cuarto?

Así que me puse manos a la obra, me llevo mucho tiempo. Limpie todo cuanto pude, y aún asi no se ve del todo ordenado. Barrí, trapeé, sacudí, acomodé... modo Cenicienta completamente activado. 

Postergué muchas veces, descanse otras más, pero finalmente lo conseguí. Mi cuarto estaba limpio, tan ordenado como me dejaron las ganas y voluntad.

... Limpio...

Yupi...?

Ahora podría hacer todo lo que me propuse ¿Verdad? De alguna manera, ya con un ambiente más ameno, me sería menos difícil hacer mis deberes ¿no es así?

No...

¿Qué esperaba?

No hice absolutamente nada después de limpiar y ordenar. El desastre seguia ahí, pero no el del cuarto sino el de mi cabeza. ¿Y ese cómo demonios lo ordeno? 

La ironía, cuando alzé la mirada y vi todo ordenado, no sentí ganas de nada... de repente, sorpresivamente, me sentí más vacío.

viernes, 1 de febrero de 2013

Actualizo, actualizo

Sigo vivo, vagando por ésta vida. La verdad solo quiero que hoy haya entrada, pero en sí no tengo muchas ganas de contar todo lo que me ha pasado. Supongo que eso se merece un escrito de los largos y eso me toma unos dos días.

Les daré un adelanto:

Se viene la historia completa de cómo tuve yun accidente en mi moto.
La terrible historia de mi más reciente decepsión amorosa
Una historia que contiene algo de culpa.

Y quizá mis aventuras con el alcohol.

Por lo mientras les dejo una analogía:

Y heme aquí, una vez más, en el lodo y la inmundicia. De pie, ante mi caida figura, se alza mi contrincante, La Vida misma, me mira con repugnancia y arrogante... sabe que estoy derrotado.
Y heme aquí, deprimido, débil, herido y sin esperanza... Alzó la mirada, busco sus ojos y digo:
"¿Eso es todo lo que tienes?"