Por mi se va a la raza condenada. Antes de mi no hubo nada exepto lo inmortal y yo duro eternamente

Por mi se va a la raza condenada. Antes de mi no hubo nada exepto lo inmortal y yo duro eternamente
¡Oh, vosotros los que entrais, abandonad toda esperanza!

miércoles, 19 de septiembre de 2012

¡Oh! Yo no sé

Nada que ver con lo que voy a decir, pero:

1.- Es Rockdrigo González.
2.- Ando crudo y ésta parece buen ritmo para la crudeza.


Veamos, el alcohol te hace hablar fluido pero dices idioteces fluidamente y, en ocasiones, te lleva a hablar de cosas tristes.

Ahora la crudeza, ¡oh bendita sea!, la crudeza es la voz de la experiencia. Es aquella de la que aprendes, es La Mano del Rey: limpia y hace un recuento de los daños.

Para mí un satírico sarcástico es alguien crudo, un amargado con humor, un humor que es llano y puntiagudo a la vez, pero que está repleta de verdad, que es la fuente de su gracia. 

La  acidez pertenece al estado de crudeza, es una voz astuta y crítica que te dice qué y qué no hacer.

En este estado eres capaz de hablar cosas inteligentemente sin haber perdido la soltura que te dio el alcohol, con un ligero pero sano mal humor impulsas la crítica y la objetividad. Es, como repito mucho, la fase que te motiva a ver con ironía, humor negro, sarcasmo al mundo. Y quien me lea tiene que saber que esos son mis estados de ánimo favoritos.

Pero bueno, a la mierda. Por eso pongo ¡Oh! yo no sé. Por que no tenía ni puta idea de que iba a tratar la entrada. Tenemos entrada, ya es algo.

Yo me piro, a ver si hago las mierdas que tengo que hacer.

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